Después del desayuno, saldrás de Fes. En el camino, la primera parada será en Ifrane. Es una pequeña ciudad ubicada en la región del Atlas Medio de Marruecos. La ciudad es conocida por su limpieza, aire fresco y vistas escénicas de montaña. Debido a su altitud y ubicación, Ifrane tiene un clima más fresco que la mayoría de las otras ciudades marroquíes. Esto la convierte en un destino ideal para los turistas que buscan escapar del calor del verano.
La ciudad alberga varias atracciones, incluido el Palacio Real, el Parque Nacional de Ifrane y el centro de esquí marroquí de Oukaimeden. También tiene una vida nocturna vibrante, con muchos bares y clubes en su centro. Después de explorar Ifrane, continuarás tu viaje hacia Midelt, una bonita ciudad en las Montañas del Atlas.
Después de una breve parada en Ifrane, te dirigirás a los Bosques de Cedros de Azrou donde observarás y tomarás fotos con monos salvajes.
Una vez en Midelt, almorzarás y continuarás hacia el sur a través del paso de Talghomt, elogiando las hermosas vistas y paisajes que la naturaleza te ofrece.
Una vez que llegues al área del valle del Ziz, harás una pausa para una emocionante vista panorámica de oasis llenos de altas palmeras. En aproximadamente una hora, llegarás al desierto del Sahara donde encontrarás camellos esperándote.
A medida que comiences a acercarte al desierto, el paisaje cambiará gradualmente. Finalmente, para el final de la tarde, habrás llegado. Otro viaje comenzará mientras los camellos te llevan al corazón del desierto. Conducirás a través de las dunas de arena de Erg Chebbi, que pueden alcanzar hasta 150 metros de altura. Las dunas están en constante movimiento y cambio, creando un paisaje siempre cambiante.
Una vez que llegues a tus campamentos, disfrutarás de una cena tradicional bereber.
Más tarde, podrás tener una gran experiencia observando las estrellas. Hay algo especial en observar las estrellas allí; son los amplios espacios abiertos, la falta de contaminación lumínica o la sensación de estar en uno con el universo. Sea cual sea la razón, el cielo nocturno del desierto es una experiencia inolvidable. Las estrellas parecen más brillantes y cercanas, y las constelaciones se destacan con gran claridad.
Finalmente, podrás cantar y bailar con los bereberes alrededor del fuego. Es una costumbre tradicional que refleja la alegría y la felicidad del pueblo bereber.
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